La transferencia de calor se produce de 3 modos posibles:
- Conducción: transferencia de calor de un cuerpo a otro por contacto.
- Convección: transferencia de calor producido a través del desplazamiento de una masa de aire o fluido a zonas con diferentes temperaturas.
- Radiación: transferencia de calor en forma de ondas electromagnéticas a través del vacío o de un medio fluido.
Los aislantes “tradicionales” son efectivos únicamente actuando sobre el calor recibido por conducción y convección, pero no actúan ante la transferencia de calor por radiación.
Los aislantes reflectivos son efectivos ante los tres tipos de transferencia de calor.
Mediante las láminas exteriores de aluminio puro, se consigue reflejar el 97% del calor recibido por radiación, mientras que con la/s lámina/s de aire seco interiores se evita que haya cambios de temperatura entre ambas caras del aislante y por consiguiente, transferencia de calor por conducción/convección.