Una estufa de leña es un sistema de calefacción realmente interesante. De hecho, posee un poder calorífico excelente y consigue que cualquier estancia del hogar parezca más cálida y acogedora. Sin embargo, estos no son los únicos beneficios de los que podrás disfrutar si, finalmente, te decides a comprar una. En ParaTuReforma vamos a contártelos todos y, además, te explicaremos los aspectos más importantes al decantarte por la tuya.
Estufas de leña
Las estufas de leña tienen una serie de características propias. Por ejemplo, para que reciba esta consideración, es preciso que estén fabricadas en acero o hierro fundido, que sean de tipo cerrado y que el tubo de extracción de humos quede a la vista.
Estos son los elementos que las diferencian de las chimeneas de leña, con las que no se deben confundir. Por lo general, estas constan de algún elemento constructivo, mientras que las estufas no.
Beneficios
Dicho lo anterior, ya podemos centrarnos en los beneficios que te pueden proporcionar.
Alta eficiencia térmica
Los expertos coinciden en señalar que una chimenea o estufa es eficiente cuando tiene un rendimiento térmico superior al 70 %. Pues bien, gracias a que la quema de la madera se acomete dentro de una cámara cerrada, no es raro que las mejores estufas de leña alcancen el 80 %. Especialmente, cuando emplean un sistema de doble combustión.
La leña es un combustible muy barato
Mucho más que otros combustibles considerados ecológicos, como es el caso del pellet. Además, las estufas de este tipo implican también cierto consumo eléctrico. No se puede obviar que son las más adecuadas en determinadas ocasiones, pero eso no implica que resulten más económicas que aquellas que emplean leña.
En cualquier caso, el precio de la leña es bastante estable y reducido. Si cuentas con una vivienda o terreno rural y espacio en el que almacenarla, ni siquiera te hará falta comprarla. La puedes conseguir talando las ramas secas de los árboles que tengas plantados.
Son muy ecológicas
Evidentemente, la eficiencia citada con anterioridad repercute en un mejor aprovechamiento del combustible y, por ello, en menor gasto de recursos y de emisiones de gases contaminantes. Sobre todo, si se compara con estufas de gas natural o diésel.
Sin embargo, hay otros factores que influyen en este carácter ecológico. Por ejemplo, las estufas de leña pueden conectarse al circuito de agua sanitaria para proveer al hogar de agua caliente en la ducha y en los grifos.
Larga vida útil
Otro de los beneficios de una estufa de leña es que, si le procuras el mantenimiento adecuado, el cual es muy fácil de llevar a cabo, podrá durarte toda la vida. Esto es, nunca dejará de cumplir eficazmente con su cometido. Esto es algo de lo que ningún sistema de calefacción eléctrica o de cualquier otro tipo puede presumir.
Fácil instalación
Si hablamos de las estufas de leña y las ventajas que ofrecen, esta no se puede eludir. Lo único que hace falta para disfrutar de una es disponer de una salida de humos al exterior. En el caso de que ya cuentes con ella, podrás realizar tú mismo la instalación sin ninguna dificultad.
Otros beneficios de una estufa de leña
A todo lo anterior hay que sumar, además, que las estufas de leña:
- Suelen contar con ventiladores que esparcen el calor de forma homogénea por la estancia.
- Incorporan pequeños hornos que permiten cocinar y tostar algunos alimentos.
- Disponen de un práctico cenicero mediante el cual es muy rápido y limpio retirar los residuos de la combustión.
- Son compatibles con pellets en muchos casos.
- Son más seguras que las chimeneas abiertas, ya que cuentan con una pantalla vidriocerámica de tacto frío en su cara externa.
- Integran sistemas que facilitan el encendido de la leña.
Cómo escoger una estufa de leña
En anteriores ocasiones facilitamos algunos consejos acerca sobre cómo elegir la mejor estufa de leña según tus necesidades. Por ello, esta vez queremos poner el foco en aquellos aspectos a los que deberías prestar atención a la hora de comprar una. Toma nota.
Tipos de estufas de leña
En líneas generales, podemos diferenciar entre tres tipos, que son:
- Estufas turbo. Reciben este nombre porque alcanzan rápidamente la temperatura deseada. Además, generan muy pocos depósitos de hollín y, por lo general, están disponibles en una gran variedad de diseños.
- Estufas de radiación. Son las más voluminosas, pero también las que ofrecen una mayor autonomía. De hecho, por cada carga de leña, pueden funcionar de forma continuada hasta 20 horas. También son las más modernas y elegantes en términos estéticos.
- Estufas de doble combustión. La opción más eficiente de todas. ¿El motivo? Cuentan con un sistema de doble cámara. En la primera se lleva a cabo la quema de la leña, mientras que en la segunda se produce la combustión de los gases generados en la anterior.
Otro aspecto relevante que te permitirá diferenciar entre distintos tipos de estufas de leña es el material con el que ha sido fabricada:
- Estufas de leña de acero. Es un material muy ligero. Por tanto, las estufas de este tipo resultan más fáciles de instalar. Igualmente, alcanzan la temperatura deseada más rápido y son más baratas, aunque conservan peor el calor y son menos eficientes que las de hierro fundido.
- Estufas de leña de hierro fundido. Las más robustas de todas. Poseen una inercia térmica excelente y favorecen que el calor se propague de manera homogénea.
¿Qué potencia necesitas?
Depende del nivel de aislamiento de tu vivienda. Si es muy bajo, precisarás 100 W (0,1 kW) por cada metro cuadrado de superficie a calentar. En cambio, si es alto, tendrás suficiente con 60 W (0,6 kW). Recuerda que sobredimensionar el rendimiento de la estufa afectará al consumo y que quedarse corto puede hacerla ineficiente.
¿Te has decidido a comprar una estufa de leña tras conocer todos sus beneficios? En ese caso, echa un vistazo a nuestro catálogo y ponte en contacto con ParaTuReforma si te queda alguna duda. Estaremos encantados de asesorarte en lo que necesites y de darte presupuesto.
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