Cualquier rodapié blanco de cerámica ofrece un conjunto de ventajas incuestionables. Al fin y al cabo, se trata de un material muy resistente, duradero y fácil de limpiar que, resulta bastante económico. Además, este color es extremadamente versátil y se puede combinar de manera muy sencilla con otros muchos diferentes.
Probablemente, estas sean las principales razones que te han llevado a pensar en instalar un rodapié blanco fabricado en cerámica dentro tu hogar. Sin embargo, hay muchas otras cosas que debes saber en torno a ellos. Este es el motivo por el que en ParaTuReforma hemos escrito este artículo.
Rodapié de cerámica blanca
Un rodapié de cerámica de color blanco no es más que un listón de este material que se coloca de forma horizontal en la parte inferior de las paredes y en contacto directo con el suelo. Sin duda, cumple una serie de funciones que debes conocer:
- Tapar el hueco que se produce entre la pared y el suelo. Al estar fabricados en materiales diferentes, es muy complicado conseguir un acabado perfecto y, sobre todo, duradero.
- Ocultar elementos que no quieres que queden a la vista. Como es el caso de los cables de la luz o de Internet, por ejemplo.
- Facilitar la limpieza en el día a día. Seguro que, cuando limpias el suelo de tu casa, te gusta apurar al máximo en los rincones. Si no instalases un rodapié, la fregona, la escoba o el robot aspirador acabarían manchando la pintura de la pared.
- Proteger frente a los golpes. En la parte inferior de las paredes los golpes son inevitables. Estos elementos sirven para que no se produzcan desperfectos en el yeso.
A todo esto hay que añadir que, en lo estético, los rodapiés crean sensación de uniformidad, ya que dibujan rectas perfectas.
Ventajas de la cerámica en la fabricación de rodapiés
Los rodapiés blancos pueden fabricarse en una gran variedad de materiales. Hablamos, por ejemplo, del PVC, de la melamina o de la madera. Sin embargo, ninguno de ellos ofrece las ventajas y peculiaridades de la cerámica. Vamos a verlas:
- Es un material cien por cien impermeable. Se trata de un material no poroso y que, por tanto, no absorbe la humedad. Esto lo hace ideal para todo tipo de ambientes, incluso los más complicados. Dentro del hogar, sería el caso de la cocina y el cuarto de baño.
- No contribuye a la propagación del fuego. Es decir, es ignífugo. Por tanto, si se produce un accidente doméstico que desencadene un incendio, la cerámica pondrá su grano de arena a la hora de evitar su propagación.
- Resistencia y durabilidad. Los rodapiés blancos de cerámica, siempre que se limpien sin usar productos abrasivos, pueden durar toda la vida. Este material posee una dureza extraordinaria y es capaz de soportar golpes realmente fuertes.
- Facilidad de instalación. Cualquiera con unos mínimos conocimientos de albañilería puede proceder a la instalación de los rodapiés. De hecho, es mucho más sencillo que poner suelo porcelánico, por ejemplo. Esto puede ayudarte a ahorrar gastos.
Por si fuese poco, la cerámica es un material que admite cualquier diseño. De hecho, es posible conseguir todo tipo de acabados. Desde rectos o clásicos hasta perfiles Hamburgo y berlineses, que cuentan con fresados. Lo mismo podemos decir respecto al color y a la anchura.
Cómo combinarlo con los suelos
El blanco tiene una serie de cualidades muy interesantes en el sector de la decoración. De hecho, se trata de un color que, tradicionalmente, se asocia a la pureza y a la limpieza. Valores de los que podrás disfrutar en tu hogar si apuestas por él en tus rodapiés de cerámica.
Pero, además, también ofrece un sinfín de opciones de combinación, si bien es cierto que has de tener en cuenta algunos criterios estéticos a la hora de elegir el suelo.
En este sentido, los rodapiés blancos de cerámica quedan especialmente bien cuando se combinan con suelos cerámicos de imitación madera. ¿El motivo? El contraste que crea con el marrón es uno de los más atractivos. De hecho, se ha convertido en un factor clave para el estilo nórdico.
Sin embargo, este tipo de rodapiés también encajan a la perfección con suelos blancos o de imitación mármol. Eso sí, siempre que se combinen con paredes pintadas en colores oscuros. Algo que solo es recomendable cuando el espacio es lo suficientemente amplio.
Formas de integrar un rodapié
Tal vez nunca te lo hayas planteado, pero existen tres formas de integrar un rodapié en la pared. La elección dependerá del tipo de reforma que quieras llevar a cabo y de tus gustos estéticos. Son las siguientes:
- Superpuestos sobre la pared. Es la forma habitual de colocar los rodapiés de cerámica. De hecho, es la única opción posible si quieres cambiar el suelo, pero no tocar las paredes. Como su propio nombre indica, implica la instalación directa sobre el yeso.
- Hundidos. Del acabado clásico viajamos hasta el más moderno e innovador. En concreto, consiste en colocar el rodapié hundido dentro de la parte inferior de la pared, de modo que la línea de yeso queda por delante de ellos. El problema está en que la única forma de ponerlos así es reformando las paredes y sustituyendo el suelo, lo que conlleva un gasto económico superior.
- A ras de la pared. Otra alternativa moderna, aunque menos arriesgada. Eso sí, implica realizar una pequeña obra en la pared. Lo que se hace es ponerlos de modo que se igualen con el yeso y la pintura. Esto favorece que sean más fáciles de ocultar y que creen una mayor sensación de armonía y uniformidad.
Esto es todo lo que debes saber a la hora de instalar un rodapié blanco de cerámica. Como has podido comprobar, se trata de una opción muy interesante tanto en términos funcionales como estéticos, ya que te brinda una gran variedad de opciones de combinación. Te aconsejamos que te pongas en contacto con ParaTuReforma si necesitas asesoramiento adicional o si quieres pedirnos algún presupuesto sin compromiso. ¿A qué estás esperando?