Hoy en día, hay diversos materiales que ofrecen un grado de resistencia excepcional. Es el caso, por ejemplo, del gres porcelánico, el cual forma parte de la mayoría de baldosas que encontrarás en nuestro catálogo. Pero ¿sabes como proteger los pavimentos en aquellas zonas de mayor paso dentro de tu hogar?
Sin duda, se trata de una cuestión de gran relevancia, ya que, si no te esfuerzas en proteger el suelo, acabará perdiendo parte de sus cualidades estéticas y funcionales. Por ello, en ParaTuReforma hemos decidido dedicar este artículo a la protección de esta parte fundamental de cualquier vivienda.
Cómo proteger los pavimentos
Las tareas relacionadas con la protección del suelo abarcan varios aspectos en función de la zona en la que esté situado. En la mayoría de los hogares, el cuarto de baño, la cocina, el salón y el pasillo de entrada son las áreas de mayor tránsito. Asimismo, durante los meses de verano también podemos encuadrar dentro de esta categoría los balcones, terrazas, patios y, en general, cualquier otro espacio exterior de la vivienda.
En líneas generales, el mantenimiento del suelo se basa en la limpieza y en la aplicación periódica de determinados tratamientos destinados a restaurar sus propiedades originales. En los siguientes apartados lo analizamos de manera detallada.
Limpieza
La suciedad es el principal enemigo del acabado estético de cualquier suelo. En este sentido, eliminarla es más sencillo en las baldosas que se colocan en el interior. Sobre todo, en las del salón y los dormitorios, ya que no precisan cualidades antideslizantes.
En cambio, los suelos del cuarto de baño, la cocina y la terraza sí que deben poseer esa característica antideslizante para prevenir resbalones y caídas. Esto hace que su tacto sea rugoso y que, por tanto, la suciedad tienda a acumularse. Eso sí, recuerda que el gres porcelánico no es un material poroso, por lo que, aunque se ensucie la superficie, las manchas nunca dejarán marcas.
En la mayoría de los casos, la limpieza de este tipo de suelos en zonas de alto tráfico ha de hacerse con:
- Una escoba de cerdas suaves, un aspirador vertical o un robot aspirador.
- Una fregona.
- Agua caliente.
- Un producto específico que devuelva el brillo a la superficie de las baldosas.
Además, añadir unas gotas de un producto protector para suelos porcelánicos o del tipo específico que tengas en tu hogar también es muy recomendable. ¿El motivo? Impedirá que las manchas se incrusten y facilitará todavía más la limpieza con estos utensilios.
Mantenimiento
Por su parte, el mantenimiento del pavimento en las zonas de alto tráfico debe hacerse mediante la aplicación de ciertos productos concretos:
- Impermeabilizantes. Son especialmente recomendables para todos aquellos suelos que presentan un cierto índice de porosidad, como la piedra natural. Sin embargo, también es útil en suelos porcelánicos, ya que añade una capa extra de protección contra la lluvia y la humedad.
- Protectores de juntas. Son los elementos más débiles de cualquier pavimento, ya que se trata de un espacio entre baldosas que solo está relleno por la lechada. Estos productos hacen que las juntas sean inmunes al agua y evitan tener que aplicar cada poco tiempo una nueva lechada.
Conviene recordar que todos estos productos se deben aplicar con la superficie del suelo totalmente limpia. De no hacerlo, existe el riesgo de que no ofrezcan todas sus cualidades.
Por otro lado, vas a necesitar proteger las baldosas del salitre si vives en un lugar cercano a la playa. Este elemento, que viaja a través del aire desde el mar, puede causar un grave perjuicio en la estética de tu solería exterior. Por suerte, hay productos que evitan sus efectos.
Hidrofugantes para suelos de la terraza
Muchos usuarios los confunden con los impermeabilizantes, pero no son iguales. Es cierto que estos productos también crean una barrera adicional frente a los líquidos. Pero, además, previenen que se formen humedades y permiten que los suelos respiren. Eso sí, utilizar hidrofugantes solo tiene sentido en las terrazas, porches y patios, ya que son las zonas que están más expuestas a la humedad.
Protección del suelo cuando se hace una reforma
Una reforma es un momento muy delicado para el suelo. La razón principal es que existe el riesgo de que se manche con cemento, pintura o yeso. Además, puede sufrir arañazos (por ejemplo, al mover la escalera) o golpes por la caída de herramientas o cualquier otro tipo de utensilio.
Hay personas que utilizan papel de periódico para cubrir las baldosas y evitar estos problemas. Sin embargo, no se trata de un material con la suficiente consistencia como para prevenirlos por completo. Una alternativa mucho más eficaz es el fieltro protector. Se suele vender en láminas de 10 metros cuadrados y posee estas características:
- Una vez colocado, no se arruga ni se mueve.
- No necesita cinta adhesiva ni ningún pegamento para fijarse al suelo, por lo que no deja restos ni marcas.
- Se adapta a la perfección a todo tipo de superficies.
- Es antideslizante, lo que minimiza el riesgo de caídas y accidentes.
- Se puede utilizar más de una vez.
- Tiene carácter impermeable.
- Amortigua los golpes.
Pero ¿cómo proteger los pavimentos con este tipo de utensilios? Es muy sencillo. Solo hace falta desenrollar el fieltro protector (se vende en rollos para facilitar su transporte) y ponerlo sobre el suelo. Además, es un material que se puede cortar con un cúter o unas simples tijeras para adaptarse mejor a la forma de las esquinas. Después, se pone sobre la superficie y ¡listo!
Proteger el suelo es más fácil de lo que crees
Estamos seguros de que ahora ya sabes cómo proteger los pavimentos situados en las zonas de mayor paso dentro de tu casa. En ParaTuReforma ponemos a tu disposición una gran variedad de productos válidos para acometer esta tarea, así que no dudes en echar un vistazo a nuestro catálogo. Y, si te ha surgido alguna pregunta adicional o deseas más información, ponte en contacto con nuestro servicio de atención al cliente. Nuestros expertos te ayudarán en todo lo que necesites.