El depósito de agua es un producto que cada vez está más presente en los hogares debido a la importancia que tiene como recurso hídrico. En este post vamos a explicarte cuáles son las mejores opciones que hay para que puedas elegir la que mejor se adapte a tus intereses y a tu vivienda.
Las mejores opciones
Te recomendamos que continúes leyendo la selección que hemos preparado para ti. El objetivo que perseguimos es que tu compra sea la mejor, conociendo previamente las características y ventajas de cada producto. Si no tienes uno en tu casa, un depósito de agua potable siempre es una opción más que aconsejable. Se trata de una solución completa que te permite almacenar el agua en condiciones óptimas, sobre todo ahora que hay restricciones por sequía en algunas partes de España.
Depósito de fibra de vidrio
Esta clase de depósitos de agua está fabricada con fibra de vidrio, material que otorga una gran resistencia al producto. Esta ventaja es una de las más importantes para que el agua almacenada no se pierda ante cualquier caída o impacto. El tamaño hace que sea ideal para que pueda ser colocado en zonas como el balcón, la terraza o el jardín. Están diseñados específicamente para que se instalen en los exteriores debido a su gran resistencia frente a la lluvia, el viento o el sol.
La práctica común es que se use para almacenar agua potable, pero también se puede emplear para otros líquidos o como depósito de alimentos macerados. La versatilidad es uno de sus puntos fuertes. La fibra de vidrio con la que está construido este depósito no altera en ningún momento el sabor o la calidad de los líquidos que se almacenen en él. El mantenimiento es muy sencillo, dado que solo necesitas una bayeta y un cubo de agua.
Depósito de poliéster
Este tipo de depósito está fabricado con poliéster reforzado de fibra, material que proporciona una gran resistencia contra caídas. Puedes adquirir este producto con estructura vertical u horizontal según el espacio que tengas disponible en tu casa. Por otro lado, nos gustaría destacar que tienes la opción de enterrar este depósito si dispones de un jardín. Si lo instalas así, tanto el líquido como el propio depósito conservarán todas sus propiedades.
El uso más común es el almacenamiento de agua potable, pero también se puede emplear con otro tipo de líquidos como abonos, fertilizantes o agentes químicos. Si el líquido es corrosivo o abrasivo, este depósito lo almacenará con la máxima seguridad.
Depósitos rígidos
Los depósitos de agua llamados rígidos son ideales para ser instalados en casas y viviendas familiares debido a su pequeño tamaño. Los puedes adquirir en diferentes capacidades, siempre teniendo en cuenta la ubicación que tendrá en tu vivienda, así como tus posibles necesidades de agua. Además, puedes optar por diferentes formas, ya que los hay cuadrados, cúbicos o rectangulares, entre otros. Los colores que más predominan son el gris, el azul, el verde y el negro.
Con estos depósitos se almacena agua para pequeñas necesidades o posibles emergencias, de ahí que su uso esté muy extendido en el ámbito doméstico o agrícola. La práctica totalidad de los modelos se caracterizan por la resistencia y por la larga vida útil. Otra de las ventajas es la robustez de estos depósitos, detalle que evita que haya filtraciones o fugas en el líquido almacenado. La instalación es muy fácil, puesto que solo debes colocar el depósito en el lugar que necesites. En el caso de que quieras conectar el depósito con una tubería, te recomendamos que consultes a una empresa especializada.
Depósitos de agua decorativos
La tecnología y la alta precisión de las máquinas permiten que los depósitos de agua se puedan personalizar y fabricar con diseños específicos, sin mermar su capacidad de almacenamiento de agua. Hay un sinfín de modelos que puedes escoger según la línea decorativa de tu vivienda como, por ejemplo, en forma de vasija de arcilla o cerámica, de tonel, de neumáticos o de muro de ladrillo. Puedes colocarlos en tu casa y que a la vez pasen desapercibidos.
La capacidad también puede ser la que tú elijas, así como los colores. En esta personalización, tiene mucho que decir el material del que están construidos los depósitos. Por ejemplo, la cerámica ofrece un mayor grado de estética y elegancia, siempre idónea para exteriores (jardines, terrazas, balcones, etc.). En cambio, el material de hormigón es la mejor solución para los depósitos más grandes.
La personalización no implica un coste más alto, ya que el precio de este tipo de depósitos oscila entre los 100 y los 200 euros.
Depósitos de agua plegables
Los depósitos plegables son una solución innovadora para almacenar líquidos de una forma eficiente y totalmente segura. Destacan por su versatilidad y por la capacidad que tienen para adaptarse a las diferentes necesidades. Es la mejor opción para un transporte seguro, sencillo y cómodo. El precio es bastante más bajo que el de los depósitos de agua que te hemos comentado antes. No obstante, el precio depende de la capacidad de agua que pueda almacenar. Entre 50 y 150 euros ya puedes tener uno. Se usan mucho para la recogida del agua de lluvia y también para llevarlos en viajes largos por carretera, puesto que evitan tener que estar comprando agua en el trayecto.
La ventaja más destacada es su fácil almacenamiento. Cuando no lo uses, lo puedes plegar y guardar en cualquier lugar. Además, la instalación no requiere de conocimientos específicos. El tamaño es de nivel estándar, por lo tanto, es ideal para almacenar agua para posibles cortes en el suministro. En cuanto a la duración, todos los modelos están fabricados con materiales resistentes y duraderos.
En resumen, tener un depósito de agua en casa te ayuda a almacenar el agua de una forma segura y limpia y, además, proporcionándote más recursos hídricos ante posibles restricciones en el consumo. Elige el producto que necesites teniendo en cuenta tus intereses y el diseño de tu vivienda.