Las puertas blindadas suponen la primera barrera de seguridad que posee cualquier hogar. Al fin y al cabo, su propósito es impedir que una persona que no tenga llave pueda acceder a su interior.
Pero ¿Qué nivel de seguridad ofrecen exactamente y cómo funcionan? En ParaTuReforma queremos contarte cuáles son los principales motivos que pueden llevarte a apostar por ellas antes que por otras alternativas disponibles en el mercado.
¿Qué son las puertas blindadas?
Una puerta blindada es una puerta de madera que ha sido reforzada con algunos elementos metálicos para dotarla de una mayor resistencia a la apertura. A nivel estético y funcional no difiere mucho de una puerta básica, pero sí que ofrece un nivel de seguridad superior.
Principales características
En concreto, hablamos de puertas de seguridad que constan de varias características concretas. Vamos a verlas:
- Material de construcción de la puerta. Madera.
- Material de construcción del marco. También es de madera. Eso sí, puede contar con pletinas de hierro a fin de reforzar las zonas en las que se colocan los cerrojos.
- Número de bisagras y cerrojos. Entre 3 y 5, según el modelo en particular.
- Refuerzo interior. Las puertas blindadas poseen en su interior una o dos planchas de acero de entre 0,8 y 1,2 milímetros de grosor. Con base en esto, reciben el nombre de monochapa o de doble chapa. Como es obvio, las segundas son más seguras que las primeras.
- Grosor. Oscila, por norma general, entre los 5 y los 8 centímetros.
- Cerradura de seguridad. Está preparada para soportar los ataques más habituales de los ladrones, como puede ser el método bumping o el uso de palancas.
Todo esto suele traducirse en que las puertas blindadas ostentan un grado de seguridad de 2-3 en la escala de resistencia a los ataques. Niveles que son más bajos que los ofrecidos por las puertas acorazadas, si bien es cierto que también presentan un menor precio.
Funcionamiento de las puertas blindadas
El funcionamiento de una puerta blindada no es muy diferente al de cualquier otro tipo de puerta de seguridad. Al menos, para el usuario, que solo debe introducir la llave y girarla para proceder a su cierre.
Cuando lo hace, los entre 3 y 5 cerrojos que citamos anteriormente se activan, de modo que la puerta queda encajada en el marco de madera.
¿Qué las hace tan seguras?
La seguridad de las puertas blindadas viene definida por las características que ya te hemos mostrado. En este sentido, las planchas de acero alojadas en el interior de la estructura les confieren una gran solidez y resistencia, de modo que es casi imposible perforarlas.
Por su parte, los cerrojos se incrustan en el marco por arriba, por abajo y en los laterales, por lo que es imposible abrirlas sin destruir también este elemento. Por si fuese poco, las cerraduras están diseñadas para repeler los métodos de apertura empleados de forma más habitual por okupas y ladrones.
Diferencias con las acorazadas
Es posible que, en alguna ocasión, hayas hablado de puertas acorazadas y blindadas como si fueran lo mismo. Sin embargo, tienen características muy dispares, como vamos a ver a continuación:
- Planchas de acero. Las puertas acorazadas siempre tienen dos. Además, cada una de ellas posee un grosor de entre 1,2 y 2 milímetros.
- Material de fabricación del marco. En el caso de las puertas acorazadas, están fabricadas en una única pieza de acero. Sin duda, un material mucho más resistente y duradero que la madera.
- Grosor de la puerta. En algunos casos, puede superar los 10 centímetros.
- Bisagras y pestillos. Se sueldan y atornillan al marco metálico utilizando uniones de no menos de 2 milímetros. Esto hace que su resistencia al apalancamiento se multiplique respecto a las blindadas.
- Instalación del marco. Suele requerir la realización de una pequeña reforma, lo que incrementa el tiempo necesario para acometer su colocación.
- Nivel de seguridad de la puerta. En la escala de resistencia a los ataques que citamos más arriba, alcanzan los grados 4 y 5. El más alto es el 6, que solo se emplea en bancos y negocios similares.
Podemos afirmar, a modo de resumen, que una puerta acorazada es una puerta de acero con acabados en madera. Por el contrario, una puerta blindada es una puerta de madera reforzada con acero. Esta es la diferencia esencial entre ambas.
Instalación de puertas blindadas
En otras ocasiones hemos hablado de cómo poner puertas en una serie de cómodos pasos. No obstante, las puertas blindadas, dadas sus características especiales, exigen un proceso ligeramente más complejo. Además, es necesaria la intervención de, al menos, dos personas. El proceso es el que sigue:
- Sacar la puerta antigua. Es el primer paso para la instalación de la puerta blindada. Para ello, resulta preciso retirarla de las bisagras. También debes quitar el antiguo marco de madera, ya que probablemente esté debilitado por el paso del tiempo. Los expertos aconsejan sustituir este elemento y el premarco si tiene más de 15 años.
- Colocar el nuevo marco. En primer lugar, debes presentarlo para cerciorarte de que entra en el hueco y, después, atornillarlo al premarco.
- Poner las bisagras. Has de tomar medidas antes para garantizar que la puerta encajará bien cuando la coloques.
- Instalar las tapetas o jambas. Para esto solo vas a requerir algunos clavos que posean una tonalidad parecida a la de la madera. También hay adhesivos muy eficaces para tal fin.
- La cerradura. Sigue las instrucciones del fabricante detalladamente, puesto que cada una posee sus propias características y debe conectarse de una manera concreta a los cerrojos.
- El resto de elementos. Hablamos, en concreto, del pomo y de la mirilla, que se deben dejar para el final.
Como ves, las puertas blindadas suponen una opción muy interesante para proteger tu hogar, ya que su relación calidad-precio es excelente y las puedes instalar tú mismo sin demasiada dificultad. Por ello, si te has decidido a hacerte con una, te invitamos a echar un vistazo al catálogo de ParaTuReforma y a ponerte en contacto con nosotros en caso de que te surja alguna duda. Estaremos encantados de ayudarte.