¿Estás pensando en colocar en las paredes de tu casa un rodapie blanco? Nos parece algo lógico. No solo porque este tipo de zócalos estén muy de moda, sino también porque ofrecen una serie de ventajas incuestionables en términos de diseño. Este es el motivo por el que en ParaTuReforma queremos contártelo todo acerca de ellos.
Rodapié blanco
Los rodapiés cumplen una función básica en cualquier hogar: proteger la parte inferior de la pared de los golpes y la suciedad. Además, permiten ocultar cables y ranuras, así como alinear paredes que no están completamente rectas. Sin embargo, también son elementos muy importantes a nivel estético, ya que tienen la capacidad de dotar de armonía y de crear interesantes contrastes.
En cualquier caso, has de saber que no todos los tipos de rodapié son iguales. Debemos empezar diferenciándolos según el material con el que hayan sido fabricados:
- Rodapiés blancos de cerámica. Son los más resistentes al desgaste y a los golpes, lo que se traduce en una mayor durabilidad. Lo habitual es utilizarlos en cocinas y cuartos de baño, o en cualquier otro punto de la casa cuando se instalan suelos porcelánicos.
- Rodapiés de melamina. Se fabrican a partir de un proceso de extrusión directa de resinas de PVC. Esto favorece que sean sostenibles, ecológicos y reciclables. Su principal virtud es la impermeabilidad, pero también su carácter no inflamable. Además, estos zócalos se adaptan mejor a superficies curvas dada su flexibilidad.
- Rodapiés de madera o MDF. Cada vez tienen menos peso, con la excepción de aquellos que acompañan a suelos de parqué o tarima flotante. Es cierto que proporcionan alternativas muy variadas en términos de diseño y que confieren una apariencia muy natural, pero es un material extremadamente sensible a la humedad.
Dicho esto, a nuestro juicio, queda claro que la mejor opción a la hora de comprar rodapiés de color blanco es la melamina y, en segundo lugar, la cerámica. Sin embargo, hay más aspectos a los que deberías atender. Hablamos, por ejemplo, de la altura del zócalo.
La altura del rodapié blanco va a marcar en buena medida la sensación de amplitud del espacio. En este sentido, cuanto más larga sea la pared, menos alto deberá tener. Por ejemplo, si se trata de un muro que supera los 250 centímetros de largo, lo recomendable es decantarse por zócalos que no superen los 9 centímetros de alto. Especialmente, si hay una ventana ubicada a baja altura o si los techos están a 240 centímetros o menos del suelo.
Cuando las paredes no son tan amplias y, sobre todo, los techos son muy altos, hay mucha más libertad. En estos casos, no pasa nada por apostar por los rodapiés blancos más altos, que son aquellos que alcanzan los 12 cm de altura.
Una opción elegante para las paredes
Llegados a este punto, es el momento de ahondar en los rodapiés blancos en términos estéticos. Para ello, lo primero que debemos hacer es aclarar en qué formas los puedes encontrar:
- Rodapiés blancos clásicos. Son aquellos que se presentan sin fresar y con un corte ligeramente inclinado. Son siempre más estrechos en la parte superior que en la inferior. Puede que su nombre indique otra cosa, pero se adaptan muy bien a todo tipo de estilos.
- Rodapiés blancos rectos o de perfil Weimar. Lucen un diseño totalmente recto. Son los recomendados para ambientes de estilo moderno.
- Rodapiés blancos de perfil Hamburgo. También son rectos, pero acaban con un fresado muy elegante en la parte superior que hace que sus bordes se vean más pronunciados. Están indicados para espacios de estilo clásico o colonial, por ejemplo.
- Rodapiés blancos de perfil berlinés. Muy parecidos a los anteriores, pero con un fresado mucho menos pronunciado. Esta dosis extra de discreción los hace más convenientes para ambientes clásicos o retro.
Por tanto, la elección de la forma del rodapié de color blanco va a depender, sobre todo, del estilo decorativo que quieras imprimir al espacio. De lo que puedes estar seguro es de que siempre le conferirá un toque exclusivo y elegante. Al menos, si aprovechas su versatilidad para combinarlos de manera adecuada.
Versatilidad para el diseño de interiores
El blanco es el color más versátil dentro del universo de la decoración de interiores. Esta es la razón por la que decimos que un rodapié blanco te proveerá de infinitas posibilidades a la hora de decorar el espacio. Un motivo de peso si eres de aquellos que suele cambiar la estética de su casa con cierta asiduidad.
En la actualidad, está muy de moda colocar rodapiés blancos a juego con las paredes y con las puertas. ¿El motivo? Es una buena forma de incrementar la sensación de amplitud, ya que este color favorece la luminosidad. Además, crea una sensación de armonía visual dentro del espacio que ninguna otra tonalidad es capaz de lograr sin sobrecargar la estética.
En este tipo de casos, la alternativa preferida de los usuarios es combinar los zócalos blancos con suelos de madera o, en su defecto, con pavimentos cerámicos de imitación de este material. De hecho, es especialmente habitual cuando desean implementar un estilo decorativo nórdico o minimalista en salones o dormitorios.
Sin embargo, los rodapiés blancos muestran su versatilidad también al ser simultaneados con tonos oscuros. Por ejemplo, quedan muy bien con azules y verdes oscuros. En estos casos, su función es la de producir un contraste cromático que llame la atención, que dirija las miradas a aquellos lugares que nos interesan. Igualmente, es posible mantener las paredes en blanco, pero crear dicho contraste con el color de la madera natural de las puertas.
En definitiva, decorar tu casa con un rodapié blanco es una apuesta segura. Con él no solo conseguirás proteger tus paredes de posibles golpes y de la suciedad, sino que las dotarás de un estilo elegante, exclusivo y sofisticado. En este sentido, en ParaTuReforma ponemos a tu disposición una gran variedad de modelos con distintos diseños y formas. Ponte en contacto con nosotros si quieres saber más y te daremos un presupuesto personalizado sin compromiso.