Las piscinas elevadas te ofrecen infinitas posibilidades. Se adaptan sin problema a cualquier jardín, pero también pueden construirse en una azotea o una terraza. Asimismo, sus diseños son muy variados y sus materiales de gran calidad.
¿Qué son las piscinas elevadas?
Las piscinas elevadas son estructuras de agua que se instalan sobre el suelo en lugar de excavarlas. Suelen fabricarse con materiales resistentes como acero, aluminio o plástico reforzado. Así se simplifica la instalación, que ya de por sí es sencilla al no tener que excavar. Esto también hace que sean versátiles, ya que puedes construirlas tanto en exteriores como en interiores.
Además, su coste es más económico que el de las piscinas excavadas, lo que las hace atractivas para un público amplio. Incluso pueden construirse en diferentes formas y tamaños para adaptarlas a las particularidades del entorno. Junto con lo anterior, el mantenimiento y las tareas de limpieza son más sencillas y consumen una menor cantidad de tiempo.
¿Cuánto cuesta una piscina elevada?
Las piscinas y sus precios varían por multitud de factores. El tamaño, los materiales, el tipo o las calidades influirán en que tengas que pagar más o menos. En términos generales, el rango de precios varía entre los 400 y los 16 000 euros. Así, una piscina sencilla forrada con mimbre o ratán será una opción muy económica y que podrás instalar tú mismo en poco tiempo.
Pero una piscina revestida de cemento requerirá de más trabajo, lo que redundará en un mayor coste. A esto hay que sumar los añadidos que quieras instalar, como efectos en el material de construcción, iluminación o darle una forma específica.
Tipos y estilos principales de piscinas elevadas
Hay varios tipos de piscinas que se construyen elevadas. Estos son los más destacados:
- Desmontables. Son sencillas y, como indica su nombre, puedes retirarlas una vez termine el verano. Se fabrican en materiales resistentes y son hinchables, algo que simplifica su montaje y desmontaje. Asimismo, es posible colocarlas en casi cualquier lugar siempre que soporte la carga que añade el agua.
- Con estructura. Están construidas en materiales resistentes, como metales o el PVC. No disponen de partes hinchables, sino que la piscina se sostiene gracias a unos tubos o soportes de acero que se colocan en torno al perímetro. También son desmontables, aunque podrías dejarla instalada de un verano a otro.
- Rígidas. Su estructura es fija, son de calidad y su estética es similar a la de una piscina excavada. Los materiales de construcción son sólidos y duraderos para que aporten estabilidad estructural y una mayor resistencia al desgaste.
Ventajas de una piscina elevada
Su principal ventaja es la facilidad de instalación, sobre todo en el caso de las desmontables y con estructura. Puedes montar la piscina al inicio del verano y retirarla en septiembre u octubre. Además, son sencillas de guardar y de mantener durante los meses de otoño e invierno. Solo tienes que almacenarlas en un lugar que no sea húmedo y con las partes tapadas. Así, los materiales no sufrirán corrosión o golpes ni acabarán cubiertos de polvo.
La seguridad es otro punto fuerte de estas piscinas. En una convencional el riesgo de caer en el agua siempre está presente. Un despiste es suficiente para acabar dentro, lo que exige mantener una cierta vigilancia, en especial con las mascotas, los niños y las personas mayores. Sin embargo, con las elevadas existe una estructura que evita el problema, aunque esto dependerá de cómo la instales. Si hay una superficie amplia que permita el acceso, procura tener cuidado.
¿Cómo se construye?
El proceso de instalación es sencillo, aunque dependerá del tipo de piscina y el modelo que elijas. Para una rígida, vas a necesitar construir la estructura del vaso, lo que exigirá conseguir una licencia de obra para empezar. También tendrás que elaborar un proyecto técnico, que puedes dejar en manos de un profesional. Tras conseguir estos documentos, podrán dar comienzo los trabajos.
La construcción empieza colocando una losa de hormigón que servirá de base para la estructura. Luego se levantan los muros perimetrales, sus refuerzos y contrafuertes. Además, se aplica una capa de impermeabilizante para evitar cualquier fuga de agua.
Tras lo anterior, es indispensable instalar los diferentes sistemas de limpieza, una tarea que debe realizar un fontanero. También se llenará y vaciará de agua la piscina para comprobar la existencia de fugas. Si todo está en orden, hay que volver a llenar de líquido y equilibrar su pH para que sea el óptimo.
En cuanto a piscinas desmontables y con estructura, las primeras son muy fáciles de instalar. Basta con colocarlas en una superficie estable e hincharlas. Con las segundas hay que hacer algo similar, pero tendrás que disponer los muros y sus apoyos, así como una lona interna. Para no cometer errores, sigue las especificaciones del fabricante.
Estilos y materiales para conseguir la mejor piscina elevada
El PVC es uno de los materiales más utilizados, pero también puedes encontrar la madera, el hormigón o el acero. Todos ellos aportan resistencia y facilitan dar forma a la piscina. Elegir entre uno y otro dependerá de la calidad que busques y el presupuesto que quieras destinar.
En cuanto a los estilos, todo depende de tus gustos y el espacio disponible. Lo normal es optar por una piscina rectangular, aunque puede ser circular. Además, la decoración es muy variada e incluye desde luces a vegetación para conseguir un aspecto moderno.
Consejos de seguridad y mantenimiento
- Procura mantener el pH del agua estable para que los baños sean seguros.
- Vigila la siempre que haya niños cerca y tengan un acceso simple al agua. Por ejemplo, desde una superficie a la altura de la piscina.
- Guarda la piscina en un lugar donde no vaya a recibir daños cuando no esté montada.
- Si tienes que usar tornillos, procura que estén bien apretados para que las paredes no cedan.
Las piscinas elevadas son una alternativa de calidad a las excavadas. Son sencillas de montar, cuentas con numerosos estilos y su precio es económico. Gracias a ellas, disfrutarás del verano sin tener que realizar una gran inversión ni una obra compleja.