El suelo elevado de carácter técnico es una gran solución para multitud de espacios, tanto interiores como exteriores, tanto por sus prestaciones como por sus acabados, ofreciendo funcionalidad y estética para un resultado limpio y elegante.
El pavimento elevado exterior para terrazas es un sistema caracterizado porque la zona transitable compuesta por baldosas de suelo antideslizante no descansa directamente sobre el firme, sino sobre una estructura elevada. Se crea para solucionar el problema estético que existe con las pendientes en las terrazas actuales y también para ocultar instalaciones bajo el pavimento.
Este sistema crea un pavimento totalmente plano, escondiendo las pendientes de drenaje debajo de él, dando origen a un espacio técnico entre el fondo y el suelo que se utiliza para alojar las instalaciones. Los módulos que forman el pavimento se colocan sobre el soporte, lo que permite extraerlos con gran facilidad y acceder al espacio inferior.
Este tipo de pavimento presenta las siguientes ventajas:
- Control sobre la canalización de las instalaciones, que se alojan libremente bajo el pavimento.
- Posee una gran versatilidad ya que aunque su peso es muy ligero es capaz de soportar elevadas cargas.
- Facilidad de acceso para un mantenimiento más práctico.
- Posibilidad de reutilización. La colocación sin adhesivos permite la movilidad del suelo incluso entre diferentes ubicaciones.
- Rápida instalación. Puede incluso instalarse sobre pavimentos ya existentes.
Es la solución ideal no solo para terrazas y exteriores sino que puede ser usado para suelo de espacios multifuncionales, suelo de oficinas y como pavimento de edificios comerciales.
Sea cual sea el espacio, si entre las prioridades del proyecto están la flexibilidad y el acabado estético, la colocación de un suelo elevado es la solución más inteligente.